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jueves, 14 de julio de 2011

Arraijanal Beach

          Sucedió anteayer, no lo he contado antes porque no me parecía relevante. Hoy leyendo las noticias he visto que la playa de Guadalmar, la del oeste, la que linda con el Arraijanal, podría desaparecer. Y pensé en el suceso. No tiene nada de particular, pero hablan de que la cosa deportiva del Arraijanal, otros proyectos, el supuesto puerto deportivo en la zona (que por cierto haría que me comprara el ansiado barquito que deseo hace años pero que no puedo tener por el precio de los amarres) atraerían mucho más turismo a Málaga.  Y ahora viene mi pensamiento-reflexion-descojone-etc Y ¿qué vamos a hacer con los autóctonos? El auténtico merdellón/a malagueño/a. ese personaje que en ocasiones da risa y en las más da vergüenza ajena. Ese personaje que igual se pone en jarras al más puro estilo Estrellita Castro en Morena Clara por un quítame allá esa Fanta, que es capaz de despellejar a un foráneo porque le ha mirado con mala cara.


           Pues agarrados a la silla que ahí va la historieta: Mi mujer, medio asturiana, medio navarra. Exquisitamente educada en una familia bienhablante, militar y "de bien" y cuyo exabrupto más fuerte es un "jolines" a media voz. Me dice, volviendo yo de una mini excursión al espigón a echar un par de lances de caña: "Menudas merdellonas esas de aquí al lado" La miro conteniendo la carcajada, más que nada por la verdadera pinta del evento lateral que estaba observando. Describo sucintamente la escena. Cuatro chicas, mismo corte de pelo, mismo rubio de bote, mismo modelo de bikini y mismo tatuaje, edades aproximadamente las mismas entre 20 y 25 como mucho. Oyendo después las conversaciones pude colegir que eran hermanas y primas entre si. Un incontable número de churumbeles que no consigo recordar si eran siete o cuatro que se movían mucho. Dos abuelas, hermanas y madres de las anteriores. De riguroso luto y hamaca playera pegada al culo desde su llegada. Pérgola modelo rebajaPryca jardín y un número indeterminado de sombrillas de playa repartidas alrededor de la pérgola.  Se fue sumando más gente a la trupe según iba pasando el tiempo. Ni un sólo "macho" en la "manada".
Hasta aquí todo puede parecer que se trata de una típica familia "merdellona" malagueña, pero hete aquí que mirando un poco más allá hay otra pérgola playera, ésta un poco más pequeña y de mejor "porte". Observo con curiosidad que parte de la pérgola de la familia churumbel está prácticamente metida dentro de la de esta otra familia.  Mi mujer me dice, siéntate que te vas a reir. Me siento y en su bajita voz me va contando.
Resulta que los de la otra pérgola, la de más allá, llegaron primero. Acento claramente castellano, dos matrimonios muy jóvenes y dos niños de no mas de año y medio cada uno. Todo muy ordenadito, todo muy fino. Y de pronto llega la primera oleada de la invasión bárbara. Aquí estamos mejor que más allá consensuaron las leonas cazadoras. Aquí incluía el sitio que ya tenían ocupado los "turistas". A acoplar la pérgola y a montar el toldo, media pérgola dentro de la otra. Chimpúm. Sin más, ¡hala!, porque yo y mi Farmatint lo valemos.
Entonces se produjo la tragedia, uno de los chicos del campamento de al lado les propuso que por qué no consideraban el moverse un par de metros hacia la derecha, que había sitio de sobra. UY!!! Abrió la caja de Pandora de la ira merdellona malagueña. Según me cuenta mi mujer, que como ya dije es demasiado moderada, aquello no eran cuatro mujeres, eran cuatro piratas somalíes en plena captura de atunero europeo, pero con bikinis y cartones de zumo en lugar de AK47's.  El clímax total se produjo cuando una de las abuelas le dijo algo a uno de los chicos. ¿A mi madre? ¿Que tu le va a contestá a mimadre? Te mato hijolag....etc.etc.etc.

Finalizo la historia contando lo que yo ví. Aparte la descripción del campamento zíngaro, lo único que puedo añadir es que las dos chicas estaban sentadas con sus respectivos nenes en la orillita jugando y los dos aguerridos turistas castellanos sentados en sendas hamacas playeras. Cada uno de ellos agarraba con ardor guerrero y temor medieval el bolso de su querida esposa. Escena playera para fotografiar.
Mi mujer me prohibió sacar la BlackBerry de la funda.  Quiero seguir un ratito más por aqui amorcito, me convenció.
Y todo esto venía a que se quiere promocionar el turismo en Málaga. Y si nos ahorráramos campañas de marketing de promoción, FITURES y cosas así y hubiéramos dedicado parte de ese dinero en dar un par de clases a las chonis princesas del Farmatint del DIA. No me refiero a clases de educación para la ciudadanía ni de Formación del Espíritu Nacional que algunos conocimos. Clases de matemática, de Geografía, de Historia, de Lengua, de Literatura (no, el SuperPop no vale como literatura) de cultura en general. Igual dentro de quince días, esos dos matrimonios al volver a su ciudad castellana convencerían a otros dos matrimonios de lo bien que se está en las playas de Málaga y éstos vendrían y escribirían en su tweeter lo bien que se está por aquí. Tendríamos publicidad a bajo coste, una campaña viral, barata y efectiva.
Ellas, las chonis del farmatint no tienen tweeter, a lo sumo alguna tendrá un Tuenti (essssa shooooni wapaaaaa) por lo tanto no leerá las recomendaciones de nadie sobre lo bien que se está en las playas de Málaga y claro, seguirá acosando al castellano invasor que viene a ocupar una playa que "toa la via ha sio nuestra".
Uff!! Qué descanso.
 Saludos y mañana será otro día.

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